Los actores Nikki Reed y Jackson Rathbone, que interpretan a los vampiros Rosalie y Jasper Hale-Cullen en la versión cinematográfica de «Crepúsculo», han desfilado por la alfombra roja del VI Festival Internacional de Cine de Roma para presentar «Amanecer (Parte I)», cuarto filme de esta saga fantástica. Los dos intérpretes, aclamados por una multitud de jóvenes que se desplazaron este domingo al Auditorio romano en busca de un autógrafo, confesaron en rueda de prensa que el éxito alcanzado con sus películas ha cambiado las relaciones entre los actores protagonistas.
«Las cosas han cambiado mucho desde que iniciamos el primer episodio. Entonces éramos un grupo de chavales, la mayoría actores desconocidos, que estábamos muy unidos y que creamos una familia cuando viajamos a Portland. Después, con el éxito de las películas, todo ha cambiado», explicó Reed. La actriz, que debutó a los catorce años como protagonista de la cinta independiente «13», afirmó también que después de la primera película llegaron los guardaespaldas a los rodajes y reconoció que «el amor de los seguidores por Robert Pattinson (Edward) y Kristen Stewart (Bella) hizo todo más difícil».
«En la primera parte de ‘Amanecer’ vemos un amor más maduro entre Edward (Robert Pattinson) y Bella (Kristen Stewart). Deciden casarse y van a tener un hijo, así que son, sin duda, argumentos más maduros que los que narraban las otras películas», explicó Jackson Rathbone en Roma. El éxito de esta saga cinematográfica, basada en los libros de la escritora Stephenie Meyer, se explica, según Reed, porque es «una fábula de amor de época que promueve valores universales» y que habla de una historia de amor que «no es real».
Irene Belmonte – Agencias