Se trata de un monumento del siglo XVI que soporta el paso de casi 15.000 vehículos cada día.
El Ayuntamiento de Valencia se propuso peatonalizar este monumento para protegerlo, y para ello decidió transformar una pasarela peatonal de las proximidades en un nuevo puente, llamado «pont de fusta» (puente de madera), y transferirle el tránsito rodado, peatonal y ciclista.
El conjunto de las obras cuentan con un presupuesto de casi 12 millones de euros y, según ha explicado durante una visita a las obras el concejal de Circulación y Transporte del consistorio valenciano, Alfonso Novo, la intervención completa estará concluida este verano.
«Es un intervención importante que permitirá ordenar el tránsito peatonal, ciclista y de tráfico en el entorno de las Torres de Serrano», ha resaltado Novo, quien ha destacado que la intervención se completa con la eliminación de la estación de servicio frente a las Torres, que dejará de funcionar a principio de año.