En “Postdata” cantas esas canciones que muchos ya conocíamos por otros artistas pero que habían sido compuestas por ti. ¿Había ganas de dotarlas de tu personalidad?
Fue una propuesta por parte de mi discográfica. Pensaron que podía ser un disco muy ameno y parece que así ha sido. De hecho, estoy recogiendo el resultado de este álbum en los directos. Ahora canto los clásicos de mi repertorio pero todo el mundo canta también todos los estribillos que todos conocen porque se han hecho muy populares.
“Niña piensa en mí”, “Enamorada”, “La magia del corazón”… ¡Conocemos todas!
Este disco es el resumen de una etapa muy importante en mi carrera. De hecho, después de “Postdata” me apetece comenzar un nuevo ciclo. Me apetece renovarme aunque sin perder mi esencia. Toca meterme muchas horas en el estudio que tengo en las orillas de Cádiz y buscar nuevos sonidos y hacer cosas nuevas.
Has compuesto para Bustamente, Los Caños, Bisbal, Malú… ¿Qué artista crees que sabe transmitir mejor la esencia de tu música?
Creo que Malú es muy mía. Los dos manejamos mucho la épica y la lírica a la hora de transmitir. Siempre hemos luchado por meter guitarras eléctricas en una canción, pero muchas veces sin meter esos “quejíos” que erizan la piel. Por mucho que queramos dar la espalda algunas veces a nuestra cultura, al final, a todos nos pone la piel de gallina la voz de “la Pantoja”.
Ahora eres uno de los artistas más conocidos de nuestro país, pero… ¡costó mucho que te llegara el reconocimiento!
Ha costado, pero al final, creo que si sigo aquí, es porque siempre he sabido que nadie es mejor por subirse a un escenario. Yo soy un simple currante más que ama su profesión y que va de un sitio a otro en carretera para llevar sus canciones
¿Con qué te quedas de todo este tiempo en la música?
Va pasando mucha gente por tu vida que te va dejando cicactrices. A pesar de los desengaños y de las amistades paradójicas que surgen me quedo con todo esa “buena” gente que he podido conocer gracias a la música.
¿Hay demasiada mentira en este mundo?
Hay mucha mentira, mucho falso glamour que en realidad no es nada más que trabajo. Y hay que tener mucho cuidado y no dejarte engañar pensado que eres el mejor, porque un día estás arriba y otro abajo. Si no sabes canalizar el éxito al final te vuelves muy egocéntrico y demasiado protagonista de tu propio viaje.
Pedro Ángel Sánchez.