Investigadores del University of Jyväskylä, en Finlandia, han desarrollado un método rompedor para estudiar cómo procesa el cerebro distintos aspectos de la música, como el ritmo, la tonalidad o el timbre (el color del sonido) en una situación real de escucha.
Este avance, publicado en ‘NeuroImage’, ayuda a entender mejor las complejas dinámicas del cerebro y cómo les afecta la música.
A través de imagen por resonancia magnética funcional, este equipo de investigadores registró las respuestas cerebrales de individuos mientras escuchaban una pieza de tango argentino.
Es la primera vez que se lleva a cabo un estudio de estas características utilizando música real, en lugar de estímulos de sonido similares a la música construidos de forma artificial. La comparación de las respuestas del cerebro y las características de la música han revelado muchas cosas interesantes.
Los investigadores descubrieron que escuchar música no sólo implica las áreas del cerebro dedicadas a escuchar. Por ejemplo, han comprobado que el proceso del ritmo musical requiere áreas motoras del cerebro, lo que respalda la idea de que música y movimiento están íntimamente ligados.
Las áreas límbicas del cerebro, conocidas por estar asociadas a las emociones, están implicadas también en el proceso del ritmo y de la tonalidad.
Con estos resultados, uno de los investigadores, Petri Toiviainen, de la University of Jyväskylä, mantiene que “estos resultados muestran, por primera vez, cómo las diferentes características musicales activan las áreas emocional, motora y creativa del cerebro”.
Redacción (Agencias)