El Liceo de las grandes ocasiones se rindió anoche a su diva Montserrat Caballé, arropada por algunos de sus amigos como Josep Carreras, Joan Pons o Juan Diego Flórez, cuando se cumple medio siglo de su debut en el teatro, donde el 7 de enero de 1962 estrenó la ópera «Arabella«, de Richard Strauss. Si una sorpresa muy aplaudida de esta noche ha sido la magnífica interpretación de «La donna é mobile«, de Rigoletto, a cargo de Juan Diego Flórez, tampoco han pasado desapercibidas las palabras de apoyo que ha enviado Plácido Domingo, en plenos ensayos de una nueva ópera, a través de un vídeo.
El emotivo aniversario se ha iniciado cuando pasaban dos minutos de las ocho de la tarde y la Orquesta Sinfónica y el Coro del Liceo han ocupado el escenario para ejecutar la «Apertura de los Maestros Cantores de Nuremberg«, de Richard Wagner. A continuación ha sido el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, quien ha tomado la palabra para agradecer a la cantante todo su trabajo a lo largo de los años, lo que ha provocado que Montserrat Caballé, de rojo y negro, hiciera su primera aparición y se escucharan los primeros aplausos en un coso en el que no había un asiento vacío. Acompañada por una muleta que ha querido forrar de negro para la ocasión, la soprano ha acometido la «Habanera» de Carmen, no sin antes referirse a la fidelidad de su público y a su paso por el Conservatorio del Liceo cuando era una niña y desde la quinta planta veía el escenario que hoy ha vuelto a pisar.
Antes de cerrar la audición con «Que le doleur de la terre de Le Roi de Lahore», de Massenet, Caballé, como ya hizo cuando fue nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Barcelona, ha hecho un alegato en favor de la paz y de la buena convivencia en el planeta tierra. Como broche, junto a Montserrat Martí y Nikolay Baskov, ha entonado un tema de la paz de Vangelis, recibido con el público de pie y aplaudiendo. En sus intervenciones -ha ejercido de presentadora de sus amigos- sólo ha lamentado que no haya podido asistir a la fiesta Jaume Aragall. Quienes no se han perdido la conmemoración han sido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, entre otras personalidades.
Irene Belmonte – Agencias