El Festival de Sídney ha arrancado con una amplia oferta de espectáculos artísticos y exposiciones en un programa en el que la principal atracción es el concierto «La Ventura» del artista francoespañol Manu Chao.
El cantante, que actuará de nuevo el lunes, dedicó su canción «Clandestino» a todos los «ilegales» después de ser ovacionado por decenas de miles de espectadores, entre ellos, una numerosa representación de hispanoamericanos y franceses, en el inicio del concierto gratuito ofrecido en el parque Domain.
El certamen abrió horas antes con un reconocimiento a la población indígena de Australia cuando un anciano aborigen, ataviado con un vestido tradicional, hojas de eucalipto y cara pintada, subió al escenario para hacer un canto ancestral.
Varios parques y calles del centro de Sídney se convirtieron en escenario para acoger las presentaciones del grupo jamaicano Jolly Boys, del reconocido DJ Norman Jay, o del artista aborigen Gurrumul Yunupingu, quien recientemente cantó ante el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la Reina Isabell II.
En una jornada dominada por el fuerte calor del verano austral, los miles de residentes y turistas fueron «asaltados» por las expresiones artísticas de la Guerrilla Lighting, que recorrieron las calles céntricas armados con antorchas en forma de delfines.
Una muestra de Pablo Picasso y la presentación del grupo de origen hispano Watussi son algunas de las propuestas del programa de esta edición del festival de Sídney que se alargará hasta el 29 de enero.
Redacción (Agencias) / Silvia Barradas