Hace ya meses vimos cómo los estadios del fútbol de los clubes de divisiones inferiores se hacían con desfibriladores, después de que se dieran algunos casos de urgencias cardíacas en mitad de un partido.
Ahora, esas atenciones comienzan a llegar a espacios públicos, como lo es la Mezquita-Catedral de Córdoba, que se va convertir en el primer monumento Patrimonio de la Humanidad (declarado por la Unesco) que esté ‘cardioprotegido’.
El proyecto contempla tanto la instalación de dos desfibriladores semiautomáticos colocados en el recinto, como la formación de 16 trabajadores del templo en el uso de los citados aparatos para intervenir en casos de parada cardiorrespiratoria.
Para ello se han seguido los estudios y recomendaciones del Grupo DESA de la Sociedad de Urgencias y Emergencias Sanitarias (Semes).
El presidente de Semes, Fernando Ayuso, ha recordado que «la muerte súbita cardiaca es algo que no sabemos cuando va a ocurrir ni en qué lugar«, por lo que ha señalado que, «en sitios emblemáticos como éste, con el paso de más de un millón de personas al año hay riesgo potencial de que pueda ocurrir» una parada cardiorrespiratoria.
Redacción (Agencias)