El cerebro de los hombres que fuman se deteriora más rápido que el de los que no lo hacen y esta progresión comienza a los 45 años, según señala un estudio recogido en ‘Archives of General Psychiatry’.
Asimismo, la investigación revela que los hombres que dejaban de fumar una década antes de su primera revisión seguían teniendo riesgo de deterioro cognitivo, especialmente en la función ejecutiva, que involucra varios procesos complejos conjuntos para la concreción de una meta particular.
Mientras que, los exfumadores que habían abandonado el hábito hacía muchos años, no presentaban deterioro acelerado de sus funciones cerebrales o capacidades cognitivas.
Sin embargo, esta relación no se observó en mujeres.
Redacción (Agencias)