Regresas con un disco en el que versiones grandes clásicos de la música italiana. ¿Por qué éstas y no otras?
Son canciones que forman parte de la cultura y de la historia de la música italiana. Ojalá yo hubiera sido capaz de escribir canciones tan bellas como las que aparecen en este disco, para mí son auténticas obras de arte. Simplemente, las he cogido y las he “albanizado”.
A estas alturas de tu carrera, ¿sabes exactamente cuántos discos has publicado?
A ciencia cierta, no lo sé… Pero te diría que debo de andar por los treinta.
Y cómo vives hoy por hoy el lanzamiento al mercado de un nuevo álbum.
“Seguramente” con una mayor tranquilidad. Con el tiempo he aprendido entre otras muchas cosas a saber enfrentarme a los periodistas. Soy una persona muy tímida y al principio lo pasaba muy mal cuando tenía que hablar con ellos. En el escenario siempre me he sentido muy bien, pero cuando tenía que hablar de mí la cosa cambiaba. Ahora he aprendido incluso a “torear” determinadas preguntas.
Tu relación con España ha terminado siendo una auténtica historia de amor…
España me encantaba, siempre quise conocerla. Lo que pasa es que cuando vine por primera vez en el año 69 pensé que todo sería fiesta, sol y comida… y lo que me encontré fueron unos días de lluvia tremendos (risas). Aún así me enamoré de vuestro país y de ciudades como Toledo.
¿Qué le gusta hacer a Albano cuando tiene un día libre?
Tengo tanto trabajo alrededor del mundo continuamente que me resulta prácticamente imposible encontrarlo. ¡Lo tengo que robar del calendario! Pero, por ejemplo, tengo un gran amor por el vino, tengo una bodega increíble y me gusta dedicarle todo el tiempo que puedo. Además me encanta el baloncesto e intento seguirlo.
¿Qué canción te sigue emocionando aún hoy de tu repertorio?
Todas, porque cada canción es una “hoja” de mi vida, cada una de ellas me recuerdo a un momento de mi vida.
Uno de tus éxitos más importantes en España fue “Felicità”. ¿La felicidad existe?
La felicidad existe. Lo que pasa que “seguramente” lo más inteligente sea buscar la serenidad. Es algo que a veces resulta difícil de encontrar, pero con la mente uno puede llegar a alcanzarla.
A día de hoy, ¿qué le pides a la vida?
Que me siga sorprendiendo. Simplemente eso… seguir “viviendo” la vida.
Pedro Ángel Sánchez