Los coches eléctricos ya no son una rareza, nuevos modelos buscan impulsar un nuevo modo de movilidad, aunque la tecnología de estos vehículos es veterana pues de hecho estos motores se fabricaron antes que los de combustión.
El primer modelo de coche eléctrico se creó en la década de 1890. En un principio, fue usado como taxi en Nueva York, aunque pronto sería sustituido por el de combustión.
En la década de 1920, con Ford y su sistema de producción en cadena, el automóvil que hoy conocemos se presentó no sólo como una opción asequible -el petróleo, entonces era muy barato-, sino que además rompía las limitaciones de la batería, en cuanto a autonomía se refiere.
Algunos de esos inconvenientes del siglo pasado, como la autonomía, están aún por resolver, y de hecho todavía no se ha descubierto el sistema eléctrico que permita recorrer medias y largas distancias.
De momento, la solución factible son los modelos híbridos, mientras la investigación avanza.
Redacción (Agencias)