Las aulas de los centros escolares aprueban en seguridad pero necesitan mejorar sus niveles de ruido, estar mejor preparadas para emergencias y promover hábitos seguros y saludables.
Así se desprende del último informe de la Fundación Mapfre «La seguridad integral en los centros de enseñanza obligatoria en España», que analiza cerca de 300 centros en relación a su seguridad y, además, propone medidas para mejorar la protección de los alumnos.
Del estudio, realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en colaboración con las de Santiago de Compostela, Sevilla y Alcalá de Henares (Madrid), se desprende que la mayoría de los centros (el 74 por ciento), especialmente los del norte de España, conserva correctamente sus instalaciones.
Se caracterizan por garantizar el orden, la limpieza y renovar el aire interior mediante sistemas naturales de ventilación, disponer de mobiliario adecuado y de los elementos de seguridad necesarios en caso de incendio, así como contar con la señalización adecuada.
Por el contrario, las asignaturas «pendientes» más comunes en los centros escolares que detecta el estudio son: inadecuadas condiciones acústicas y de iluminación en las aulas y dimensiones poco adecuadas de las clases con respecto al número de alumnos.
Redacción (Agencias)