La vertiginosa montaña rusa de madera Cyclone, de Coney Island (Nueva York), cumple 85 años, en los que ha hecho segregar adrenalina a generaciones de neoyorquinos y personas de todo el mundo, en una caída de 24 metros a 96 kilómetros por hora.
El acceso a la atracción se disfruta hoy por solo 25 centavos, el mismo precio que costaba en 1927, cuando se inauguró.
Una de las peculiaridades de esta montaña rusa estriba en que está construida en madera, desde los coches hasta los 804 metros de vía por la que estos discurren, a diferencia de las modernas, realizadas en acero, por lo que «cada bache, cada vuelta, se siente mucho más y es mucho más vivo y vibrante».
Cyclone, apodada como la «Gran Mamá de Coney Island» y que se halla en el parque de atracciones de Brooklyn Luna Park, se inauguró el 26 de junio de 1927.
Para asegurarse de que el tiempo no hace mella en su estructura y no compromete la seguridad de las 250.000 personas que montan en ella cada temporada, está sometida a unas exhaustivas labores de mantenimiento.
Este sábado se celebrarán por todo lo alto los 85 años de vueltas y revueltas de la veterana montaña rusa, que fue declarada monumento protegido en 1988.
Redacción (Agencias)