Para celebrar el aniversario de su muerte, su familia y amigos se reunieron este lunes para un pequeño homenaje en Londres. Su padre, Mitch Winehouse, aseguraba al diario The Sun que iba a ser seguramente «una de esas noches donde habrá muchas risas pero también muchos llantos. Iremos a casa de Amy para rezar nuestras oraciones judías, luego terminaremos en Jazz After Dark. Así que si alguno se anima a cantar en el karaoke, podrán hacerlo. A ella le habría gustado que cantáramos para ella, no que nos quedáramos en casa.»
Según informa Digital Spy, se han vendido 1,7 millones de discos desde su fallecimiento el día 23 de julio de 2011, incluyendo 1,2 millones de copias de sus tres álbumes. En total, supone 767,000 copias vendidas. Y es que su inconfundible voz, personalidad, vestuario y escándalos aún están presentes entre sus seguidores.
El álbum Back To Black, publicado en 2006 y más vendido en 2007, continúa siendo el disco líder con 3,5 millones de ventas. Su otro álbum Lioness: Hidden Treasures ha conseguido 750.000 copias en menos de un año. De pocos artistas puede decirse que hayan dejado como legado un disco póstumo de semejante calidad.
Encabeza la lista de éxitos Back To Black, seguida de Tears Dry On Their Own. El sencillo Rehab que compuso tras la propuesta de sus representantes para que entrase en un proceso de rehabilitación, la cual rechazó tajantemente, entra en segunda posición. Entre el ‘top ten’ también se encuentra el dúo que realizó con Tony Bennett Body and Soul.
Además, su familia ha inaugurado la Fundación Amy Winehouse para sufragar a los más jóvenes artistas carentes de medios económicos y ayudar a los perjudicados por las drogas y el alcohol.
Por otro lado, el barrio londinense de Camdem Town, donde vivió durante sus 27 años de vida, también ha querido rendirle tributo a la artista, que le dedicó uno de sus cinco premios Grammy.
En la estación de metro de Camden Town se ha expuesto uno de los posters con el retrato de Winehouse que pintó el artista británico Johan Andersson poco después de su muerte. Otros tributos incluyen una estatua de bronce de la cantante para el recinto musical Roundhouse y un libro de fotos y cartas que ha publicado su padre Mitch.
Además dos de los pubs del distrito que frecuentaba la diva del soul, The Hawley Arms y Dublin Castle, llenan su barra de fotografías y su banda sonora con sus éxitos musicales.
Y es que su muerte a los 27 años evocó entre la prensa especializada y los aficionados, el fantasma de leyendas musicales fallecidas a esa misma edad como: Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison o Kurt Cobain.
Redacción (Agencias)