El 75 por ciento de los niños con gafas no hace deporte por miedo a romperlas, según estudio de la Universidad Europea de Madrid (UEM), que señala también que, de los que lo practican, el 86 por ciento tiene que prescindir de las gafas y juega con una visión reducida.
En general, la directora de la Clínica Coro, Milagros Ramos, ha explicado que «los deportes que presentan mayores problemas de compatibilidad con las gafas o las lentillas son los de invierno o de montaña, los acuáticos y los que precisan de un movimiento constante».
Por todo, una deficiencia visual puede ser un inconveniente a la hora de practicar deporte y, de esta manera, fomenta el sedentarismo y frena una carrera deportiva con potencial.
Redacción (Agencias)