La fundación de Bill Gates y su esposa, Melinda, han puesto el punto final a la feria «Reinvent the Toilet», un evento que se celebra en Seattle esta semana con el objetivo de dar a conocer algunos prototipos del inodoro del futuro.
Gates, cofundador de Microsoft centrado ahora en la filantropía, impulsó en 2011 lo que se vino a llamar el «Desafío para Reinventar el Inodoro», un proyecto dirigido a universidades de diversos países con el fin de financiar e incentivar la búsqueda de mejoras tecnológicas para uno de los elementos más usados en los hogares.
La feria ha servido para ver el resultado de esos nuevos diseños y recompensar las ideas más brillantes para desarrollar una nueva generación de retretes.
El Instituto Tecnológico de California recibió el primer premio valorado en 100.000 dólares por crear un inodoro capaz de generar hidrógeno y electricidad, el segundo puesto fue para la Universidad Loughborough de Reino Unido, dotado de 60.000 dólares, por un retrete que produce combustible orgánico, minerales y agua potable.
«Los inodoros son extremadamente importantes para la salud pública y, cuando piensas en ello, incluso para la dignidad humana. La mayoría de nosotros que vivimos en el mundo desarrollado no pensamos mucho en esto«, escribió Gates en su blog, en el que calificó su feria del retrete como una de las «más raras».
La Fundación Bill & Melinda Gates persigue con esta iniciativa promover la fabricación de inodoros más eficientes y económicos que se puedan utilizar en países en vías de desarrollo y contribuyan a mejorar la calidad de vida de millones de personas.
«Cuatro de cada diez personas no tienen aún acceso a inodoros», indicó Gates, quien señaló que «inventar nuevos retretes es una de las cosas más importantes que se pueden hacer para reducir la muerte infantil«, así como otras enfermedades, al tiempo que «puede ayudar a conservar el agua potable en los países ricos».