Seguro que cuando le comunicaron a los artistas la oferta de tocar en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no pensaron en qué iba a pasar con la venta de sus discos al día siguiente. Tal vez, incluso, David Bowie o los mismísimos Rolling Stones estén tirándose ahora de los pelos… nunca lo sabremos.
Lo que sí que hemos conocido es que artistas como Elbow y las Spice Girls han visto cómo se disparan las ventas de sus álbumes tras su participación en la ceremonia de clausura. Empecemos con los de Manchester: su cuarto álbum de estudio, «The Seldom Seen Kid Up», ha experimentado un aumento en sus ventas de más del 1.150 por ciento.
Ese notable impulso comercial se produjo tan solo horas después de que concluyera la gala del 12 de agosto en el Estadio Olímpico de Stratford, al este de Londres. Otro de sus trabajos, «Build A Rocket Boys!», también ha visto crecer sus ventas en un 794 por ciento.
Las «Spice Girls», que se reunieron con motivo de la ceremonia de clausura también se han beneficiado de su actuación sobre cinco taxis negros, y su paso por la gala ha motivo un enorme incremento en sus ventas: el álbum recopilatorio del grupo de pop de los noventa ha visto crecer sus ventas en un 626 por ciento.
Los datos apuntan algo interesante: no hace falta tocar para conseguir más ventas. El álbum «Imagine» del malogrado Beatle John Lennon registró una subida en sus ventas del 1.100 por ciento después de que los organizadores de la ceremonia lo incluyeran en el espectáculo, que vieron por televisión más de 26 millones de espectadores y fue presenciado en directo por 80.000 personas.
Puede que Bowie y los Rolling se lo piensen un poco más si les llaman para Río 2016. Mientras tanto, Carlinhos Brown… ¡toma nota!