El grupo estadounidense No Doubt vuelve con nuevo disco tras once años de silencio.
Se trata de «Push and Shove», un trabajo de once canciones que refleja el conflicto de compaginar el papel de padre o madre con el de una estrella del mundo de la música. Los miembros del grupo, formado en 1986 en California por la cantante Gwen Stefani, el guitarrista Tom Dumont, el bajista Tony Kanal y el batería Adrian Young, se muestran «muy orgullosos» del resultado final del que es su sexto disco de estudio.
«Todo el álbum ha sido un gran reto, por el que hemos luchado mucho. Con los niños, cuadrar los horarios y ser creativa es difícil», ha explicado Stefani, que alcanzó el éxito musical en solitario con dos discos: «L.A.M.B.» y «The Sweet Escape».
«Push and Shove», que ha salido a la venta esta semana, es un disco hecho a fuego lento, «sin plazos», según Dumont, y en el que No Doubt intenta combinar sus influencias del new wave de los 80 (como Depeche Mode y The Cure) y ska británico (Madness y The Specials) con un sonido «más moderno», hasta dar con un resultado que entremezcla ska-rock, dancehall y pop electrónico.
«Push and Shove», del mismo productor que «Rock Steady», Spike Stent, comenzó a gestarse en noviembre de 2009, cuando la banda compuso el primer tema, «Undercover», tras lo cual emplearon todo el 2010 en escribir el resto de los temas y la mayoría del 2011 en grabarlos.
Redacción (Agencias)