Miguel Bosè es una de las estrellas del pop español. Lo es por derecho y, sobre todo, por haber sido capaz de trascender, perdurar… Saber envejecer actualizando sus encantos. Está por encima de modas pasajeras, de «fenómenos fan» y de crisis de los 40 (que pasó ya hace algún tiempo). Anoche demostró estar en plena forma en un multitudinario concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid.
La intención, anunciada por el artista, era celebrar los 35 años de carrera musical que le han alzado como rey indiscutible de la reinvención, la ambigüedad y los sonidos de vanguardia. Decir esto de un artista español, no es cosa fácil… Más de 2 horas de concierto, de factura y escenografía espectaculares, sirvieron para repasar los temas más emblemáticos de su dilatada discografía. La excusa de esta nueva gira es la promoción del segundo volumen del exitoso «Papito». «Papitwo» va camino de convertirse en un fenómeno, al menos parecido, como demuestran las ventas del disco, número uno varias semanas seguidas tras su lanzamiento.
En su repaso por la banda sonora de varias generaciones hubo tiempo para la nostalgia con las revisadas «Linda», «Creo en ti», «Amiga» o «Don Diablo». El tren Bosè, tuvo parada también en sus éxitos más rutilantes: «Nena», «Partisano», «Nada Particular», «Estuve a punto de» o las eléctricas «Sevilla» y «Bandido». Durante las dos horas de espectáculo el público mostró la entrega requerida por el artista al principio del concierto: les pidió, con atrevimiento «marca de la casa», que «abrieran los ojos, los oídos y las piernas», para sentir lo que venía.
Una celebración que se precie siempre tiene invitados de lujo. Anoche, subieron al escenario, para cantar con «Papito», Ana Torroja, Pablo Alborán (que desató la locura con su sola presencia) y (la habitual) Bimba Bosè. Cantaron con él «Morena Mía», «Puede Que» y «Como un Lobo», las tres, coreadas a voz en grito por un respetable rendido ya a los placeres del sonido Bosè. Como cierre, «Te Amaré», convertida anoche en declaración de amor verdadero por «su Madrid».
Miguel Bosè volvió a demostrar anoche que su éxito en el tiempo no es cosa sólo del marketing. Es un artista integral (generacional) que demuestra su poderío en las distancias cortas, esas que maneja con maestría desde hace tres décadas. Miguel, es mucho Bosè…
Julián Garvín (@juliangarvin)
Imágenes: Kike Para