Han pasado 13 años desde la última actuación de Jennifer López en nuestro país y su vuelta ha sido por todo lo alto. Muy ceñida, a golpe de caderas y movimientos de melena ofreció el pasado domingo un espectáculo hollywoodiense ante 18.000 fans entregados.
JLo es madridista confesa y estuvo ensayando las horas previas al concierto con una camiseta del Real Madrid. Ella misma lo advirtió en su Twitter antes de la actuación: «¡Hola Madrid! Les veo en el Palacio de los Deportes después del clásico. ¡Muy emocionada! Les prometo el mejor afterparty».
El show contó con una decena de bailarines casi acrobáticos, entre los que se encontraba su joven novio Casper Smart. La cantante, ultra ceñida, realizó coreografías de vértigo entre plumas y lentejuelas, y subrayó el lado más electrónico de su repertorio.
Todo un show que no dejó indiferente a nadie.
Redacción (Agencias)