Ser padre puede tener beneficios para la salud. Así lo confirma un estudio realizado por Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos. Los investigadores han llegado a la conclusión de que los padres y madres son un 52% menos propensos a contraer enfermedades que quienes no tienen descendencia.
Para realizar este informe se reunieron a unos 795 adultos sanos de edades comprendidas entre los 18 y 55 años. Fue entonces cuando los investigadores comprobaron que los progenitores con uno o dos hijos eran un 48% menos propensos a enfermar, mientras que en los padres de tres o más niños la incidencia de resfriados era un 61% más baja. Y eso se cumplía tanto si los hijos vivían en casa como si vivían fuera del hogar familiar.
Por el momento, no se ha encontrado una explicación a por qué la paternidad tiene un efecto protector frente a infecciones aunque sospechan que podría atribuirse a algún efecto psicológico.
Redacción