«Ya he escrito unas cuatro canciones que creo que son perfectas para el próximo álbum», ha desvelado la cantante.
La joven, de 27 años, se encuentra en Madrid, en la que supone su primera visita a España. Hace doce meses, Carly Rae Jepsen era una desconocida fuera de Canadá, pero esta cantante tuvo el acierto de componer una de las canciones del año para medio mundo, «Call me maybe», colocándose un listón que, pese a su altura, no le asusta. «Estoy inspirada y creo que puedo hacerlo aún mejor», vaticina.
Los primeros años consistieron en trabajar para progresar y conseguir cada vez mejores ofertas discográficas. Así llegó primero su debut, «Tug of war», y, más tarde, el EP que contenía «Call me maybe», con el que despertó el interés de los grandes sellos. Lo curioso es que ella no tenía tan claro que ese fuese el single de su carrera. Según cuenta, dudaba entre lanzar éste y otro corte en radiofórmulas y fueron amigos y seguidores los que, en una fiesta privada y votando anónimamente, se decantaron por él.
«Realmente no sabría decir qué lo hace tan especial. Lo escribí junto a dos amigos como una canción folk, con una guitarra acústica, y con el simple propósito de pasar un buen rato», explica Jepsen sobre su tema, que ha hipnotizado al público, ya sea por la cercanía de su argumento (relaciones adolescentes), por la frescura de su melodía o por sus marcados arreglos de cuerda.
Una canción de éxito requería un disco a tono. Así llegó «Kiss» tras el verano, un álbum que mira a la Madonna más ligera de los años 80 y que incluye otra destacada y pegadiza canción, «Good time», que grabó por invitación de Adam Young, más conocido como Owl City.
Se declara inspirada y afirma que su continuación podría no estar tan lejos. «Escribo muy rápido y creo que hay que seguir el corazón y el impulso, me gusta interpretar canciones que están recientes», dice ella, que se siente «inspirada y confiada», con el plus de la experiencia ganada.
Redacción (Agencias)