Más pequeños, con nuevos sabores y para todos los bolsillos. El tradicional roscón de Reyes parece librarse de la crisis, tras su adaptación a los tiempos que corren. Los pasteleros prevén, en general, mantener el número de pedidos de unidades que hace un año. Para conseguirlo apuestan por diversas estrategias, en un momento en el que la situación económica impulsa a comprar roscones de menor peso. Las propuestas gastronómicas están dirigidas a todos los gustos y se amplía la temporada de su consumo.
En Madrid, el gremio de pasteleros prevé que se igualen los más de un millón de pedidos de 2012, aunque «se venderán bastantes kilos menos», según ha afirmadoSalvador Santos, su presidente. En Cataluña, en tanto, esperan llegar a unas 850.000 unidades, sin variaciones significativas con respecto al año pasado.
Aunque el más demandado es el roscón tradicional, redondo, hueco en el centro y sin relleno, este dulce típico de Reyes ofrece ya un amplio abanico de variedades y precios, para todos los gustos y bolsillos. Y así, a pesar de la crisis, los pasteleros buscan cada año darle la vuelta al roscón tradicional, incluso literalmente: hay pastelerías de la capital, como ‘Nunos’, que proponen este año un «roscón invertido», con el relleno fuera y flambeado al ron en el último momento.
Redacción (Agencias)