Es todo un clásico estar pendientes de la televisión para ver la actuación estelar en el descanso de la Super Bowl.
Este año, Beyoncé será la artista invitada en este gran espectáculo deportivo que se emitirá desde el Superdrome de Nueva Orleans y que previsiblemente será visto por más de 111 millones de espectadores en todo el mundo. Pero fue en 1993 cuando comenzó la tradición de invitar a una súper estrella a cantar en él.
La bajada en la audiencia media de la Super Bowl hizo que los organizadores tuvieran la gran idea de contar con Michael Jackson para amenizar el descanso de esta gran final. Jacko fue el primero en pisar ese escenario y puso a bailar a los más de 40.000 espectadores que se encontraban en el estadio.
Diana Ross (que bajó en helicóptero al estadio), Paul McCartney (que no convenció con su interpretación de algunos de sus temas menos ‘conocidos’), Black Eyed Peas, Christina Aguilera y Boyz II Men (en una emotiva noche en la que se rindió tributo a la Motown) también han estado sobre el escenario de la final más famosa del mundo.
Pero, sin duda, uno de los grandes momentos se vivió en 2001, cuando pudimos ver juntos a grandes monstruos del pop, el rock y el hip hop: Britney Spears, N’Sync, Aerosmith, Mary J. Blidge y Nelly actuaron juntos y fue realmente un bombazo.
La Super Bowl tampoco está exenta de polémica. La más comentada durante meses fue la actuación de Janet Jackson con Justin Timberlake en 2004. Justin arrancaba ‘sin querer’ parte del vestuario de la hermana de Michael Jackson dejando su pecho a la vista de millones de personas y en riguroso directo.
La última actuación en la Super Bowl fue la de Madonna en 2012. La Reina del Pop actuó junto a Nicky Minaj y MIA cantando su ‘Give me all your luvin’, y no fue ella la que generó el momento más comentado. La encargada de hacerlo fue la jovencísima MIA, que se atrevió a hacer una ‘peineta’ mirando a cámara. Este momento lo vieron hasta 114 millones de espectadores, uno de los más vistos de la historia de la televisión.
Redacción (Agencias)