La botella pesa 2,5 toneladas y tiene ocho metros de largo y lleva incorporado un tanque de agua dulce de 140 litros con boquillas controladas de forma remota que limpiarán las lentes de una cámara fotográfica que se activará cada ocho horas. está hecha en fibra y cuenta con las luces de navegación para una travesía por aguas internacionales, además de paneles solares, conexiones por satélite y tecnología de seguimiento.
Se trata de una iniciativa de una marca noruega de refrescos y dentro llevará un envase de la bebida y una carta personal de doce metros cuadrados.
Ha sido presentada hoy en el puerto deportivo Marina San Miguel, en San Miguel de Abona (Tenerife), y en breve será «remolcada» hasta los mares de El Hierro para que pueda «partir» hacia el Caribe.
Redacción (Agencias)