La madrugada del sábado al domingo los relojes se adelantarán una hora en toda la Unión Europea para dar paso al horario de verano.
A las dos de la madrugada del domingo habrá que adelantar el reloj a las tres, y a partir de ese día habrá una hora menos de luz por la mañana (el sol saldrá sobre las ocho) y una más por la tarde (oscurecerá a partir de las ocho y media).
El cambio de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar los relojes para poder aprovechar más la luz del sol y consumir menos electricidad en iluminación.
Hoy, unos 1.500 millones de personas de casi 80 países mueven las agujas del reloj dos veces al año con esa finalidad.
Redacción (Agencias)