Pocos podríamos imaginar que una de las bebidas alcohólicas más baratas de nuestro país iba a triunfar en la ciudad global por excelencia. O bien, que iba a hacerlo en uno de los periódicos más prestigiosos del mundo: el New York Times. Imaginaciones aparte, el Kalimotxo ha traspasado fronteras y ha llegado hasta la costa este de los Estados Unidos.
¿La culpable de todo esto? La periodista Rosie Schaap, encargada de la columna ‘Dining & Wine’ («cenando y vino») del diario neoyorkino. Según Schaap, la receta no podría ser más sencilla: tal y como dice, «partes iguales de vino tinto (algunos dicen que el más barato es el mejor, pero eso depende de usted) y cola. A mi me gusta exprimir un poco de zumo de limón para dar un poco de alegría y quizá una rodaja de limón y naranja para adornarlo.»
Ahora imaginémonos caminando por cualquiera de los barrios neoyorkinos, por Wall Street, por el Bronx… por el que queráis. Y entramos a un bar. «One Kalimotxo, please». No pega mucho… ¿verdad? A Rosie Schaap le pasa lo mismo, pero según ella el Kalimotxo es «un placer inconfesable», y lo pide en varios bares aunque le miren con mala cara. «Merece la pena, no siento ni un ápice de arrepentimiento cuando tomo este clásico vasco», confiesa.
Seguro que los de la cuadrilla Antzarrak, a los que se les atribuye el invento del Kalimotxo en 1972, tampoco podían imaginarse que cuarenta años después varias tascas neoyorkinas ofrecerían la receta creada en Puerto Viejo de Algorta (Vizcaya). Según cuenta la leyenda, en las fiestas de ése año, los de Antzarrak tenían varios litros de vino picado… que decidieron mezclar con cola para no tener que tirarlos.
Ahora sólo hay que esperar y ver si (gracias a la reputada periodista) el Kalimotxo se populariza en Nueva York, algo que no resultaría extraño. Independientemente de ello, aquí seguiremos disfrutando de esta bebida… éso sí, ¡siempre con moderación!
Redacción (Agencias)