Su nombre es Iris Grace Halmshaw. Tiene solo 3 años de edad… pero pinta unos cuadros increíbles. Para muestra, un botón:
Grace comenzó a pintar como terapia para su problema de autismo. Sus padres, en seguida, se mostraron sorprendidos de la sorprendente calidad de las pinturas de la niña. Su padre Peter-Jon Halmshaw reconoce que al principio no sabía si reconocer el talento de su hija: «somos sus padres, entonces pensamos que todo lo que hace es increíble», ha señalado.
De esta forma, los padres no estaban seguros de estar siendo totalmente objetivos. Por eso su madre, Arabella Carter-Johnson, subió fotos a Facebook y recibió una respuesta favorable: “muchas otras personas empezaron a decir que era genial. Se volvió una locura a partir de ahí”, ha dicho.
Después de esto, los padres de Grace pusieron ocho de sus obras a la venta… que se vendieron al instante, alcanzando una de ellas los 1.200 dólares. Todo el dinero los padres lo reinvierten para que Iris pueda seguir yendo a clases de arte y teniendo material, y para pagar a sus terapeutas.
Pero, sin duda, lo más bonito de esta historia es que gracias al arte Grace se comunica mejor, y ríe y juega mucho más que antes de descubrir la pintura. “Me gustaría pensar que la historia de Iris puede ser una inspiración para los padres con un niño autista», ha dicho su madre.
Borja Bermúdez-Cañete (Agencias)