Todo un capricho de la naturaleza. Este bebé de mamut lanudo se conserva casi intacto después de 10.000 años enterrado en el hielo de Siberia. Fue hallado en 2012 por un grupo de arqueólogos rusos y ahora viaja hasta Japón donde será exhibido.
El cuerpo de Yuka, que así es como lo han bautizado sus descubridores, se conserva en perfecto estado; tanto, que incluso han extraído una muestra de sangre con la que se podría clonar su especie. La comunidad científica se plantea los conocidos dilemas éticos de la clonación y los peligros que el retorno de la especie supondría para el ecosistema.
El bebé mamut se expondrá en Yokohama, al sur de Tokio, hasta el próximo 16 de septiembre.
Redacción (Agencias)