Las Perseidas alcanzan hoy máxima actividad. Y además, estamos de suerte: este es un buen año para su observación , ya que la Luna está en fase creciente pero se oculta sobre las doce de la noche, por lo que no perjudica su visión.
Los expertos recomiendan planificar su observación desde lugares elevados -para dejar el polvo, la calima y la humedad por debajo-, dar la espalda a la Luna y alejarse de las grandes ciudades.
Conocido popularmente como ‘lágrimas de San Lorenzo‘, este fenómeno se observa desde finales de julio hasta casi finales de agosto, cuando la Tierra atraviesa la órbita del cometa Swift-Tuttle. La estela de polvo que deja este cometa se cruza entonces con la atmósfera, donde entra a una velocidad de unos 59 kilómetros por segundo y crea las estrellas fugaces.
Redacción (Agencias)