Una conocida marca de lencería estadounidense ha renunciado al uso del Photoshop tras la crítica -cada vez más viva- de los consumidores contra la utilización excesiva del retoque fotográfico.
De esta forma, las modelos posan en ropa interior… y las fotos aparecen en las revistas tal y como aparecen en el visor de la cámara del fotógrafo.
Lejos de ser un riesgo para las ventas de la marca, esta iniciativa ha conseguido que desde el primer momento la campaña de publicidad sea noticia. Y por supuesto, los consumidores también obtienen sus ventajas: la campaña crea una percepción del físico ideal mucho más real y alcanzable, con lo que se contribuye a que muchos y muchas se sientan mucho más a gusto con sus cuerpos.
Redacción (Agencias)