Cada vez nos sorprendemos más con los pequeños. Lo último, con los smartphones: es increíble ver cómo algunos comienzan a manejar la tecnología cuando apenas han empezado a balbucear. Pero de ahí a matar… ¿o robar gas? Demasiado, ¿no creéis?
Pues resulta que en Pakistán un niño de nueve meses ha acabado acusado de planificar un asesinato, amenazar a la Policía e interferir en asuntos del Estado. Eso sí, parece que todo ha sido por un error de procedimiento, que ha causado consternación en las autoridades del país.
El pequeño, Mohamed Mosa Khan, forma parte en estos momentos de un grupo de 30 detenidos acusados de robar gas en la ciudad de Lahore (este del país) y que comparecen en el tribunal acusados de lanzar piedras a los agentes de Policía que intentaron detenerles.
Mohamed, que compareció en el tribunal junto a su padre, ha sido puesto en libertad bajo fianza y su caso se ha aplazado hasta el próximo 12 de abril. Tras las quejas de su padre, el subintendente adjunto responsable de presentar los cargos ya ha sido suspendido.
Esperemos que Mohamed quede sin antecedentes penales… ante todo, presunción de inocencia. Seguro que todo queda una anécdota, que no hará a Mohamed sino alucinar cuando se lo cuenten con unos cuantos añitos más.
Redacción (Agencias)