Si todavía no tienes claro el nombre que vas a poner a tu pequeño, quizá te interese saber que cuánto más fácil de pronunciar sea el nombre elegido, más posibilidades tendrá de tener una vida más feliz.
Un estudio realizado por neozelandeses han comprobado que las personas con nombres sencillos o fáciles de pronunciar tienen una vida más placentera y disfrutan al máximo de los buenos momentos. Esto se debe según el estudio, a que la fluidez puede influir en el juicio de cada persona, además un nombre sencillo augura más confianza que uno con una pronunciación complicada. Los hallazgos muestran que los nombres fáciles pueden acarrear una serie de beneficios en las personas que los llevan, así concluyó el autor principal del estudio, Eryn Newman de la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda.
Los científicos, además, afirman que las personas con nombres sencillos son evaluadas por los empleadores de una manera más positiva, son más simpáticas, más preferibles como candidatas a las elecciones y ocupan los cargos más altos en las empresas legales.
Redacción (Agencias)