Bunbury vuelve a los escenarios patrios después de año y medio de ausencia con la gira de «Palosanto», en un contexto sociopolítico que hace de aquel disco de oro en España, lanzado a finales de 2013, un álbum premonitorio que anticipaba el «cambio inminente».
«Había quien me miraba escéptico, pero creo que lo que estoy recibiendo últimamente de España son buenas noticias. Las cosas están cambiando de forma evidente. Pensar que las manifestaciones del 15-M ha quedado en agua de borrajas es ser muy ignorante y de no mirar los datos», ha dicho hoy el artista zaragozano en una rueda de prensa en Madrid en la presentación de esta gira.
El próximo 19 de junio ofrecerá su primera actuación en suelo nacional en el Sant Jordi Club de Barcelona, en un momento que ha calificado de «alegre» y «mejor que el de hace cuatro años», en consonancia con el «sabor positivo» que impregna la temática general de «Palosanto».
«Si pasado mañana se revisa la monarquía, la Constitución, la ley de partidos y la forma de entendernos entre los territorios, todo eso serán buenas noticias», ha insistido el artista, muy optimista a pesar de los imprevistos que le han obligado a cancelar los cuatro primeros conciertos.
Su guitarrista Jordi Mena, aún en rehabilitación, hubo de ser sometido la semana pasada a una operación de urgencia por desprendimiento de retina y eso obligará a buscar nuevas fechas para los recitales de Valladolid, Santiago de Compostela, Granada y Sevilla.
Redacción (Agencias)
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