California ha celebrado este fin de semana el Festival del Ajo de Gilroy, una de las mayores ferias gastronómicas de EEUU y en la que todo gira en torno a este versátil y oloroso ingrediente.
La pequeña ciudad de Gilroy, de apenas 50.000 habitantes, recibe cada año a decenas de miles de turistas amantes del ajo que se atreven a degustar combinaciones tan exóticas como mermelada de ajo, patatas fritas al ajillo con carne de cangrejo, chocolate de ajo y helado de ajo. Para los más tradicionales también hay platos clásicos como el pan de ajo o los calamares al ajillo. Multitud de mezclas con un único objetivo: satisfacer los paladares de los clientes y de paso, incrementar la economía de la localidad (sólo el año pasado los más de 100.000 asistentes se gastaron en la feria alrededor de dos millones de dólares, es decir, más de 1 millón de euros).
La gastronomía no es la única atracción de este peculiar festival. También lo es el Señor Ajo, un hombre de edad avanzada, con una espesa barba blanca, que lleva una corona de ajos en la cabeza y un gran vestido abombado con forma de ajo. «Míster Garlic» se pasea entre los tenderetes de la feria junto a su esposa y se saca fotos con los turistas.
El festival del ajo de Gilroy se celebra cada julio desde 1979, cuando nació por iniciativa local con la intención de promocionar la autodenominada «capital mundial del ajo», ya que en los campos aledaños a Gilroy se cultivan toneladas de esta planta destinadas tanto al consumo interno en Estados Unidos como a la exportación.
Redacción (Agencias)
