La escultura de bronce de una sirena, creada por el escultor Edvuard Eriksen, era colocada el 23 de agosto de 1913 sobre una roca en el Parque Langelinie, en la Bahía del Puerto de Copenhague.
Desde entonces, La Sirenita, que mide 1,25 metros y pesa 175 kilos, es uno de los símbolos y reclamo turístico más importante de Dinamarca. Aún así, ha sufrido numerosos actos vandálicos desde mediados de los años 70.
Eriksen, que se inspiró en el cuento “La Sirenita” de Hans Christian Andersen, utilizó dos modelos femeninas para hacer la forma. Primero contó con la ayuda de la bailarina de ballet Ellen Price, pero ésta se negó a posar desnuda. Por ello, fue su esposa, Eline Eriksen, la segunda mujer en la que se fijó el escultor.
Redacción (Agencias)