Un estudio de la Universidad de Cincinnati, en EEUU, ha llegado a la conclusión de que las personas más atractivas tienen mejor salud, enferman menos y viven más tiempo que las demás.
Los resultados del experimento revelaron, por tanto, que existe una relación directa entre el atractivo físico y la salud. Entre los voluntarios masculinos, por ejemplo, se observó una reducción del 13% en las posibilidades de tener colesterol alto, un 20% menos de riesgo de hipertensión o un 15% menos de sufrir depresión. Por otro lado, entre las mujeres, los investigadores descubrieron que presentaban un menor riesgo de sufrir diabetes o asma.
En general, en ambos sexos, las personas consideradas atractivas se mostraron más positivas que las otras respecto a su estado de salud y faltaron menos a clase o al trabajo por enfermedad. De esta forma, los expertos concluyen que cuanto más atractivo se es, menor es el riesgo de morir joven o enfermar.
Redacción