Después de comer polvorones, mazapanes y turrones, en las mesas españolas no ha faltado estos días el tradicional roscón de Reyes. Quizás por haber comido tanto dulce, los españoles prefieren roscones cada vez más pequeños.
La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería calcula que al finalizar estas navidades los españoles habrán consumido unos 26 millones de roscones. Las empresas asociadas a esta patronal han elaborado más de 10,5 millones de roscones, lo que representa el 40% del total comercializado y un 3% más respecto al año pasado.
El roscón más demandado sigue siendo el elaborado con la receta tradicional aunque también hay otras opciones más originales como los roscones con crema tostada de limón, el roscón de té verde japonés o el invertido, en el que el relleno se coloca fuera en vez de dentro del dulce.
Redacción (Agencias)