La cantante Rihanna ha actuado esta semana por primera vez en Chile, en uno de los conciertos más esperados del año, tras conquistar a 85.000 fans en el festival brasileño Rock in Río.
El encargado de abrir el concierto fue Sean Michael Anderson, conocido artísticamente como Big Sean, uno de los raperos más destacados que han surgido en Estados Unidos durante los últimos años.
Rihanna, que ha vendido más de 191 millones de discos, llegó a la capital chilena con un equipo compuesto por cerca de cien personas, entre ellos varios de sus familiares y un chef personal.
Redacción (Agencias)