Con bañador a rayas y rostro de pin-up, Barbie se presentó al mundo por primera vez hace 57 años durante los que la icónica muñeca ha adoptado múltiples caras para adaptarse a los cambios en la sociedad sin perder su esencia.
La primera Barbie, con una figura de mujer adulta que contrastaba con los bebés de juguete que acunaban las niñas en la época, no convenció desde el principio a los comerciantes de juguetes. Pero una vez en los estantes, el éxito fue inmediato.
Presente en 150 países, su popularidad se debe en parte a una historia propia que incluye distintas profesiones, actividades, familia y amigos, y que la encumbra como un personaje más allá de su condición de juguete. Así, Barbie ha sido policía, militar, estrella del pop, hippie o candidata a presidenta en cuatro ocasiones, y como astronauta aterrizó en la Luna cuatro años antes que Neil Armstrong.
Su éxito también se explica por la capacidad de la muñeca, con ocho tonos de piel, 14 rostros distintos e incluso un modelo en sillas de ruedas, de «amoldarse a las distintas épocas sin olvidar su espíritu».
Redacción (EFE)