Veinte años ha dedicado el Museo del Prado a preparar la exposición del V centenario de El Bosco, una ocasión irrepetible para el disfrute y estudio de uno de los artistas más enigmáticos del Renacimiento y que reúne obras maestras como «El jardín de las delicias» o «Las tentaciones de San Antonio«.
La colección del Museo del Prado, la más numerosa y mejor que se conserva del Bosco, ha sido restaurada a lo largo de los últimos años para esta exposición, piezas a las que se han unido obras procedentes de museos de todo el mundo hasta completar el medio centenar, entre ellas 21 pinturas y 8 dibujos originales del holandés que se podrán visitar hasta el próximo 11 de septiembre.
El museo ha creado un espacio lleno de curvas para permitir la contemplación de las obras de arte, en especial los trípticos, dividido por temáticas ante la dificultad de determinar la cronología de las obras del holandés, que nunca fechó sus cuadros.
Entorno al tríptico de «La adoración de los Magos» del Prado, que se puede ver por primera vez restaurada, se reúnen las pinturas que componen la segunda sección con el tema más repetido del Bosco, que es el de la adoración, con préstamos de Nueva York y Filadelfia.
La más numerosa es la tercera sección, agrupada bajo la denominación de «Los santos» y que da protagonismo a «Las tentaciones de San Antonio», prestada excepcionalmente por el Museo de Lisboa, a la que acompañan obras procedentes de Venecia, del Museo Lázaro Galdiano, o del de Berlín, entre otras.
Los temas del paraíso y el infierno reúnen varios trípticos del Bosco alrededor del famoso «Carro de heno», en el que el artista expresa por primera vez su idea de que, más que hacer el bien, hay que evitar el mal.
Por supuesto, la obra más conocida del artista «El jardín de las delicias» tiene una sección propia en la que, a través de una reflectografía y una radiografía, se aprecian los cambios que realizó durante sus trabajos tanto en la escena del jardín como en las del infierno y el paraíso.
La «Mesa de los pecados capitales» es el centro de otra de las secciones en la que está también el «maravilloso» dibujo del «Hombre árbol», de Viena, ha explicado la comisaria, para quien el Bosco «dibuja como pintor y pinta como dibujante».
En previsión del extraordinario interés que está generando la muestra, el Museo ha establecido una prolongación del horario de apertura de la exposición (dos horas más de viernes a domingo) y recomienda la compra anticipada de entradas.
Redacción (Agencias)
Imágenes: Museo del Prado