Un equipo de investigadores dirigido por psicólogos de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, ha descubierto que el silenciamiento de un gen específico puede afectar a la conducta social humana, incluyendo la capacidad de una persona para establecer relaciones sanas o para reconocer los estados emocionales de los demás.
Los científicos examinaron cómo un proceso conocido como metilación, que puede reducir la expresión de genes específicos, afecta a un gen llamado OXT. Este gen es responsable de la producción de una hormona llamada oxitocina (la hormona de la felicidad).
Los participantes con mayor metilación del gen OXT eran menos precisos en la descripción de los estados emocionales de las personas que vieron en imágenes. Ésa es una característica típica asociada, por ejemplo, con el autismo.
Los expertos tienen la esperanza de que esta investigación podría algún día llevar a nuevos y mejores tratamientos para una variedad de trastornos sociales.
Redacción (Agencias)