Jesús siempre ha sabido que su hermana fue dada en adopción pero fracasó en sus intentos de encontrarla, hasta que un día ella se puso en contacto con él a través de Facebook.
Parece una película, pero es una situación real que han vivido Ana y Jesús (sobrenombres utilizados para mantener su anonimato).
Debido a la enfermedad de sus padres, Jesús fue criado por su abuela pero cuando nació su hermana, fue dada en adopción. Ella creció sabiendo que era adoptada pero desconocía la existencia de Jesús.
Él sí que sabía que tenía una hermana pequeña, pero en el Registro no figuraba su nombre biológico. Sin embargo, Ana sí que logró conocer sus apellidos y comenzó su búsqueda.
Cuando supo que tenía un hermano buscó su nombre rápidamente en Facebook. “Me envió una petición de amistad, pero como no la conocía, la rechacé«. Ella se comunicó con un amigo suyo y cuando se lo contó, el contactó con ella rápidamente.
Cuando Jesús vio la cara de su hermana, reconoció a su madre. Desde ese día “no hay semana que no nos veamos”.
Redacción (Agencias)