Según un estudio de la Universidad de Northwestern, alrededor del 20 % de la población mundial sufre misofonía, es decir, no soportan tener al lado a un tipo que mastique chicle.
Para algunos este ruido llega a hacerse insoportable y curiosamente la sufren los genios o a aquellos que son más inteligentes que la media.
Algunas personas no pueden evitarlo y acaban pidiendo al que mastica que deje de hacerlo. Otras en cambio, prefieren levantarse de su sitio, dar un paseo, respirar profundo y ponerse los auriculares antes que llamarle la atención al que lo hace.
Redacción (Agencias)