Todas las especies de abejas cuentan con un “acento” distinto para comunicarse entre ellas. ¿Pero hasta cuantos distintos puede haber? Esa es la respuesta que quiere encontrar la Universidad de Cardiff, que se ha puesto el reto de registrarlos todos.
La forma de aletear las alas, la interacción con las flores y su respiración son factores que pueden determinar el sonido de estos insectos. Mediante la recopilación de fotos y vídeos, los investigadores buscan encontrar las plantas que más les atraigan, para que de esta forma la producción de miel sea mayor.
De hecho, el proyecto está pensando desde un punto de vista comunitario, como las colmenas. Lo han titulado “Spot a Bee” (Detectar a una abeja) y mediante él podrán recibir cualquier sonido o vídeo que los ayude en su trabajo, y así crear todo un mapa “abejil” en torno a Reino Unido.
Redacción (Agencias)