Los soldados de Corea del Sur han solicitado los servicios de una bailarina del Ballet Nacional de Corea para que los adoctrine en esta danza clásica. Un método de relajación muy innovador y que ha llevado a que los soldados cambien sus pesadas botas militares por zapatos de baile.
Participan en una clase de ballet dirigida a aliviar la tensión producida por tener que vigilar la frontera con Corea del Norte. Los jóvenes soldados realizan movimientos clásicos de este baile como splits o pirouettes para mitigar el estrés.
“Estar en el ejército puede ser difícil, así que no estaba segura de qué tipo de ayuda podía brindar aquí”, contó la bailarina Lee Hyang-jo. “Pero a medida que los soldados aprenden ballet poco a poco, se ríen más y lo pasan bien, y verlos así me hace pensar que venir aquí valió la pena”, aseguró.
El año pasado, los soldados llevaron a cabo una impresionante actuación de “El lago de los cisnes” de Tchaikovsky, pero planean hacer un trabajo aún más sorprendente durante este curso.
Redacción (Agencias)