Una críptica invitación enviada la semana pasada a los medios de comunicación, con círculos de colores sobre un fondo negro, fue la manera en la que Apple dejó entrever que mañana, miércoles, desvelará sus nuevos productos, incluida la nueva generación del iPhone.
«Nos vemos el 7» fue el escueto mensaje que ofrecía la compañía, la más valiosa del mundo por capitalización bursátil, para su tradicional evento de septiembre, en el que se espera la presentación de los sucesores del iPhone 6 y 6S Plus, posiblemente denominados iPhone 7 y iPhone 7 Plus.
Estos teléfonos inteligentes incorporarán una nueva gama de colores (diferentes tonos de negro), capacidades fotográficas avanzadas (cámara dual), un diseño sin grandes modificaciones (pantallas de 4,7 pulgadas y 5,5 pulgadas) y tendrán tecnología IPX7 (serán resistentes al agua, pero no sumergibles).
Además, el iPhone 7 Plus dispondrá de 3 GB de memoria RAM, mientras que el modelo más pequeño tendrá 2 GB. Ambos contarán con el procesador Apple A10, que funcionará a 2,4 gigaherzios, una mejora sustancial respecto a los 1,85 del A9.
Auriculares sin cable
Una de las grandes novedades será la eliminación de la tradicional entrada para los auriculares, que serán sustituidos por unos inalámbricos, aunque el usuario mantendrá la opción de continuar usando el cable mediante la función Lightning.
Incluso, podría desaparecer el clásico botón físico de inicio del dispositivo, que pasaría a estar integrado en la pantalla.
La gran duda girará en torno a la capacidad de resistencia de las baterías que, según los rumores, podrían ser las más desarrolladas hasta la fecha.
Redacción (Agencias)