Tommy, un niño de 8 años decidió que la mejor forma de declararse a su novia Millie era hacerlo a lo grande. Buceó en el joyero de su madre hasta encontrar el anillo perfecto para su futura prometida.
Tras la declaración y la pedida de mano, Millie contó a sus padres lo ocurrido y cuando vieron el anillo no dieron crédito. Los padres descubrieron que se trataba de un anillo de pedida con tres diamantes.
Lejos de guardar la anécdota para comentarlo a círculos cercanos decidieron grabar un vídeo en el que la niña contaba lo sucedido. La historia se ha hecho viral en Internet y acumula más de 24.000.000 de reproducciones.
Redacción (Agencias)