Thomas Jeromin se ha convertido en una de las personas más populares de Rinteln (Alemania) tras convertir su casa en un bosque de árboles artificiales. Un total de 110 para ser exactos. Además, están decorados con 16.000 adornos.
Todo comenzó hace 5 años cuando decidió que un solo árbol era poco para difundir el espíritu de la Navidad. La idea resultó tan bien que al siguiente año aumentó el número de árboles a 20, luego a 45, 80 y finalmente este año ha logrado que su colección llegue a los 110.
Los árboles ocupan todas las zonas de la casa salvo el dormitorio principal, a petición de su esposa Susanne. Jeromin necesitó ocho semanas para dejar su casa lista para afrontar las vacaciones de invierno con todos los árboles instalados.
Redacción (Agencias)