La escena del arte latte en Corea está creciendo a gran ritmo y el joven Lee Kang Bin es uno de sus principales exponentes. Armado sólo con una delgada varilla metálica y una paleta de colorantes alimentarios, este hombre puede convertir una simple taza de café con leche en una impresionante obra maestra.
Desde recreaciones bebibles de cuadros famosos, como la “Noche estrellada” de Van Gogh, hasta personajes de dibujos animados y retratos detallados, no hay prácticamente nada que no pueda dibujar en la espuma de leche.
Su arte latte a base de colorante se conoce como CreamArt, y ha atraído mucha atención entre los baristas coreanos, muchos de los cuales reciben clases de Lee.
Redacción (Agencias)
Fotografía: El Deber