Un huracán provocó una de las peores pesadillas de la navegación española en julio de 1715, cuando el mar devoró once buques y a más de mil personas en las costas del centro de Florida, un hecho que se rememora al cabo de más de 300 años y en el lugar de los hechos.
«Estamos aquí para conmemorar la que en aquél momento fue la mayor pérdida financiera de España«, ha dicho el arqueólogo John De Bry, director del Centro de Arqueología Histórica, en Melbourne Beach, en Florida.
La madrugada del 31 de julio, once barcos de la llamada Flota de Plata de España que regresaban a Cádiz sucumbieron a la fuerza de un huracán que dejó un panorama trágico: 1.000 cuerpos extendidos en la playa, otros 1.500 supervivientes dejados a su suerte y una carga de oro, plata, joyas y especias bajo el agua.
Redacción (Agencias)